HITOS EVOLUTIVOS SENSORIALES

HITOS EVOLUTIVOS SENSORIALES


 

VISTA

OÍDO

0-1 MES

El mundo está lleno de luces y sombras, sin colores. El bebé solo es capaz de distinguir el contorno de los objetos grandes. La luz directa le provoca cerrar los párpados fuertemente.

A las doce horas de haber nacido diferencia el lenguaje humano de otro sonido. A los dos días reacciona a sonidos intensos realizados cerca. A los siete días reconoce las voces de sus padres.

1-2 MESES

El bebé consigue enfocar a distancias más cortas. Si colocamos un juguete cerca del bebé, como a unos 25 cm, y lo movemos lateralmente, lo seguirá con su mirada, aunque solo durante unos segundos.

Puede distinguir intensidad, timbre y tono de un sonido, pero

no es capaz de reaccionar a un sonido monótono.  A los dos meses mueve la cabeza hacia el sonido

3-4 MESES

Ven como los adultos, aunque no lo tienen totalmente perfeccionado hasta el primer año. Capta el contraste entre el blanco y el negro, y reconoce tanto los contornos de los objetos como los detalles. Puede responder a la mirada y a la sonrisa de la madre.

Hacia los tres meses alcanza el grado de maduración. A los tres o cuatro meses se puede concentrar en un sonido.

4-5 MESES

Durante este mes se desarrolla la sensación de profundidad de las imágenes. Ya llega a ver hasta un metro de distancia. Ya es capaz de agarrar un objeto que pasa rápidamente frente a sus ojos, y trata de cogerlo.

Tienen conductas de localizar sonidos (giran la cabeza y ojos).

5-6 MESES

El pequeño reconoce bien las formas de los objetos. Empieza a percibir los colores, aunque todavía de forma confusa. Los dos ojos comienzan a trabajar juntos y a ver la misma imagen al mismo tiempo.

Realiza seguimientos ante nuevas voces o sonidos.

Comienza la observación de los labios cuando se les habla.

Emite respuestas ante regaños o normas.

6-7 MESES

Ya puede coordinar su visión con el movimiento de su mano, pasándose objetos de mano a mano. Hace ensayos calculando distancias y mejora los movimientos oculares con el gateo que activa la visión binocular.

Intenta hacer sonidos por sí solo.

Imita a los adultos con vocalización.

8-9 MESES

Aumentará su atención ante estímulos visuales y comenzará la interminable labor de otorgar significado a lo que ve, y será un proceso progresivo.

 

Existe respuesta por parte del bebé al oír su nombre.

Hay reacción a estímulos cuando escucha ser llamado desde un sitio específico. Sigue y observa libros o imágenes que se les muestre.

10-11 MESES

Toca objetos con los dedos que reconoce y comienza a jugar con ellos. También comienza a buscar los juguetes que se le caen para recogerlos, y llega la madurez de la retina.

 

Balbucea con mayor regularidad.

Reconoce los nombres de objetos de uso común para él y entiende palabras frecuentes como ‘mamá’.

1 AÑO

Se perfecciona la visión tridimensional, y su vista es igual a la de un adulto, incluso con la capacidad para distinguir los colores. Es importante hacer que el niño juegue con objetos de distintas formas, colores y texturas y observar cómo se comporta.

 

Empieza a pronunciar palabras en vez de balbucear.

Entiende instrucciones realizadas solo con gestos.

2 AÑOS

Se reconoce a sí mismo en un espejo.

Se entretiene con juegos hechos con palmadas.

Señala y mira a las personas o cosas que quiere alcanzar.

3 AÑOS

Es posible descubrir algunos problemas propios del desarrollo del sistema visual, como defectos refractivos o de movimiento ocular.

Responde a su nombre.

Reconoce palabras para objetos comunes. Disfruta de juegos como escondido y palmitas.

4 AÑOS

Los niños deberían someterse a pruebas oculares de cribado y de agudeza visual (que evalúan la nitidez de la vista) realizadas por un pediatra o un médico de familia.

 

5 AÑOS

Casi ha alcanzado sus capacidades visuales, así como su agudeza.

 

6 AÑOS

Tiene lugar la madurez del sistema visual. En esta etapa se debe consolidar una visión eficaz, que irá ligada con el buen rendimiento escolar. En estos niños para los que la lectura es fundamental, tanto la motricidad ocular como el sistema binocular y acomodativo son fundamentales.

 

 


 

 

GUSTO

OLFATO

0-1 MES

Las papilas gustativas aparecen en los fetos de siete u ocho semanas de vida y se activan a partir del tercer trimestre de embarazo.

En la séptima semana de gestación empieza a formarse la nariz. En la décima habrán aparecido las fosas nasales y habrá completado su formación. En el momento de nacer ya está bastante desarrollado.

1-2 MESES

Vienen al mundo con la habilidad de

comunicar sus sabores preferidos a sus cuidadores. Las expresiones faciales rebelan que los bebés pueden distinguir varios sabores básicos.

Desde el nacimiento el niño reconoce el aroma de la leche de su madre.

3-4 MESES

A los 4 meses prefieren el sabor salado, un cambio que les puede preparar para aceptar los alimentos sólidos.

Distingue los buenos olores de los malos.

Tiene tendencia hacia los olores conocidos.

4-5 MESES

La leche materna también influye en las preferencias del bebé. La variedad de sabores que recibe a través de la leche materna, influidos por la alimentación de la madre, pueden aceptar varios sabores.

El bebé seguirá usando el olfato para distinguir a la gente de su entorno. En el caso de los extraños, al olerles pueden sentirse asustados y su primera reacción es el llanto.

5-6 MESES

Cuando el niño comienza a los seis meses a probar nuevos alimentos, se le abre todo un abanico de posibilidades. Es por eso que se recomienda ofrecerle variedad de texturas y sabores para que el pequeño pueda experimentar por sí mismo.

A los 6 meses, cuando el bebé esté familiarizándose con la comida, se dará cuenta qué tipos de sabores les gusta y lo asociará con el aroma.

6-7 MESES

Los alimentos nuevos en la dieta del niño se recomiendan hacerlo siempre con un sabor ya aceptado. Es lo que se conoce como “aprendizaje sabor-sabor”.

Pasa de ser un sentido esencial para el reconocimiento de su entorno a perder cierto poder frente a la vista o el oído.

8-9 MESES

Es probable que también rechace ciertas cosas, y es posible que tengas que ofrecerlos en varias ocasiones. Los expertos sugieren ofrecer un nuevo alimento al menos ocho veces antes de decidir que no le gusta.

 

10-11 MESES

 

Ya cumplidos los diez meses, habrán adquirido sus gustos en la comida, y ya no estará tan interesado en probar recetas nuevas. Si un olor le disgusta, lo manifestará sin ningún rodeo.

1 AÑO

 

 

2 AÑOS

La neofobia, o miedo a probar nuevos alimentos, es un trastorno bastante frecuente en los niños, especialmente entre los 18 y los 24 meses, pero superable con el paso del tiempo.

 

3 AÑOS

 

 

4 AÑOS

 

 

5 AÑOS

 

Los niños de 5 años ya usan el olfato para tomar decisiones sociales.

A partir de esta edad, los menores ya saben lo que es agradable y lo que no y lo relacionan con expresiones faciales.

 

6 AÑOS

 

 


***

 

TACTO

CINESTÉTICO

0-1 MES

Hacia el mes de vida el bebé empezará a apretar fuerte el dedo de su mamá el poquito tiempo que tenga sus palmas abiertas.

El suave balanceo con que le acunamos en nuestros brazos ya supone un importante estímulo, y poco a poco, durante esos primeros meses, al mecerle o pasearle en la sillita, vamos aportando madurez a su sistema cinestésico.

1-2 MESES

A partir del segundo mes empezará a reaccionar con placer a los cosquilleos suaves. Es una etapa en la que disfruta muchísimo del contacto piel con piel.

 

 

3-4 MESES

En el cuarto mes, sus músculos se van desarrollando y fortaleciendo, de manera que podrá muy pronto alcanzar y tocar objetos que tenga a su altura.

 

4-5 MESES

En el quinto mes los podrá sostener con las dos manos y se apoyará en el gusto, en la boca, para seguir descubriendo cada uno de ellos.

A los 4 meses mantiene estable la cabeza en posición erecta.

5-6 MESES

Ya disfrutará también el chapoteo en el agua, que al fin y al cabo es otra consecuencia más del desarrollo del tacto.

A los 6 meses, el bebé ya ha adquirido la capacidad de controlar los movimientos de sus manos guiados por la vista, logra perfeccionarlo durante esta etapa.

6-7 MESES

Entre el séptimo y el octavo mes cuando empieza a darse cuenta de si un objeto es plano o tridimensional porque ya es consciente del espacio, y estará muy entretenido tocándolo todo (y metiéndoselo en la boca después).

Puede aguantar su cabecita; tumbado boca abajo se apoya con las manos y levanta la cabeza y el tronco, lo cual le permite contemplar todo lo que le rodea desde otra perspectiva.

8-9 MESES

Cuando empiece a gatear con soltura seguirá utilizando su tacto para guiarse y para aprender más cosas.

Se mantiene sentado sin apoyo. No se cae a menos que esté cansado. Muchos pequeños comienzan a desplazarse a gatas.

10-11 MESES

Para que disfrute de todo el bienestar, acariciarle y tocarle serán gestos que le ofrecerán ternura y tranquilidad.

Se sienta sin ayuda y con las piernas estiradas. Puede hacer alguna actividad mientras está sentado: jugar con algún juguete que tenga entre manos.

1 AÑO

Le encantará que le ayudes a explorar nuevas texturas, tamaños, temperaturas, etcétera. Todo ello a través de sus manos, del tacto.

Hacia el 1 año el niño es capaz de mantenerse en pie.  Y a los 16-18 meses aprenden a caminar hacia atrás.

2 AÑOS

El bebé ya consigue sujetar objetos con sus dedos gracias a la adquisición del reflejo pinza con el pulgar y el índice. A partir de ahora continuará practicando para valerse con plenitud de ambas manos.

Es capaz de subirse a una silla y quedarse ahí esperando de pie.

 

3 AÑOS

En todo el proceso de aprendizaje y desarrollo hasta los tres años, la dependencia del tacto es sobresaliente.

A los 3 años puede permanecer sobre un pie, chuta una pelota. Para hacerlo tiene que apoyarse en una sola pierna.

4 AÑOS

A medida que va siendo más autónomo, que también otros sentidos se potencian más, la balanza se va moviendo hasta alcanzar un equilibrio en el cual los sentidos funciona en equipo.

 

5 AÑOS

Ya reconocen a simple vista muchos objetos, también su memoria retiene olores que le son familiares y su oído les ayuda a orientarse y mantenerse alerta.

Hacia los 5 años el equilibrio estático y dinámico alcanzan una gran madurez.

6 AÑOS

El tacto sigue estando presente en todo lo que hacen, pero deja de ser la primera opción en todo momento.

Hasta los 6 años, no finaliza la maduración completa del sistema de equilibrio hasta andar en línea recta con los ojos cerrados.

 


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